Un juez de la corte suprema de Brasil determinó este martes allanamientos y el bloqueo de las redes de ocho empresarios multimillonarios aliados del presidente Jair Bolsonaro que están acusados de alentar un golpe de Estado en caso de que el líder opositor y expresidente Luiz Inácio Lula da Silva gane las elecciones del 2 de octubre, se informó oficialmente.
La Policía Federal realizó este martes allanamientos en propiedades de ocho de los empresarios investigados que forman parte de un grupo de Whatsapp donde estarían tramando un movimiento para evitar el reconocimiento de una eventual victoria de Lula ante Bolsonaro.
Los allanamientos fueron ordenados por Alexandre de Moraes, juez de la Corte que investiga al presidente por diseminar ‘fake news’ y atentar contra la democracia. El magistrado también es el titular del Tribunal Superior Electoral (TSE).
Los empresarios sospechosos son Luciano Hang, dueño de las tiendas Havan; Meyer Nigri, de la constructora Tecnisa; Afranio Barreira Filho, de la cadena de restaurantes de camarón Cocobambú; Ivan Wrobel, de la constructora W3 Engenharia; José Peres, de la gigante de los shoppings Multiplan; Marco Raymundo, de la multinacional brasileña del surf Mormaii, y los magnates Luiz Tissot y José Koury, del Grupo Sierra, constructora de muebles de lujo.
El más famoso es Hang, el empresario de ultraderecha dueño de las tiendas Havan, famosas por tener una estatua de la libertad en su puerta que ha apoyado a Bolsonaro desde 2018 haciendo campaña y enfrentando a la oposición en videos virales.
Hang informó en un comunicado que la Policía Federal le confiscó el teléfono celular personal.
La revelación sobre la trama golpista fue dada por el sitio de noticias de Brasilia Metropoles.
Bolsonaro repudió en una conferencia de prensa el viernes pasado la nota al calificarla de ‘fake news’.
Bolsonaro evitó anoche condenar manifestaciones golpistas de sus seguidores al considerarlas parte de la «libertad de expresión».
Durante su participación en la entrevista del Jornal Nacional, el noticiero de la TV Globo, el más visto del país que fue seguido por 9 millones de personas, Bolsonaro alimentó la hipótesis de imitar a su aliado Donald Trump y desconocer el resultado electoral en caso de que gane Lula, que lidera las encuestas.
Bolsonaro condicionó la aceptación del resultado electoral de los comicios generales del 2 de octubre en los que busca la reelección a que las elecciones «sean limpias».
«Será respetado el resultado desde que las urnas sean limpias y transparentes», dijo Bolsonaro durante su participación con 40 minutos en el programa periodístico más importante de Brasil, el Jornal Nacional de la cadena Globo, en la televisión abierta.
El mandatario, del Partido Liberal, incurrió en repetir sus afirmaciones sobre el sistema electoral y la pandemia de coronavirus, y justificó a sus seguidores que le piden que cierre el Congreso, el Supremo Tribunal Federal y dé un autogolpe, que fueron todas refutadas por carecer de solidez, diciendo que eso forma parte de «la libertad de expresión».
Bolsonaro volvió a poner sospechas contra el sistema electoral repitiendo una información distorsionada al afirmar que hubo denuncias en las elecciones de 2014 y que las urnas electrónicas que usa Brasil «no son capaces de ser auditadas».