«Los números (…) aún no están claros, pero recibimos informaciones que dan cuenta de una sustancial pérdida de vidas», indicó el presidente Joe Biden durante una visita a las oficinas de la agencia federal que combate los desastres naturales, FEMA, en Washington.
Biden entregó la ayuda federal a las autoridades locales luego de declarar el estado de desastre en Florida para comenzar a trabajar en la recuperación en las áreas más afectadas, especialmente en los condados de Charlotte, Collier, DeSoto, Hardee, Hillsborough, Lee, Manatee, Pinellas y Sarasota.
Mientras se multiplican las imágenes de calles transformadas en canales de aguas turbias, botes tirados en el suelo como simples juguetes, y casas destrozadas, el último balance en Florida reporta al menos ocho muertos, según la agencia AFP.
Un funcionario del condado de Charlotte, en el oeste del estado, confirmó a CNN la muerte de seis personas, sin dar más detalles.
Un portavoz del condado de Volusia, en la costa este, anunció haber registrado «la primera muerte vinculada al huracán Ian», un hombre de 72 años, «que salió a vaciar su piscina durante la tormenta».
Por su parte, otro funcionario del condado de Osceola, en el centro-este del estado también informó sobre la muerte de un residente de una casa de retiro.
Paralelamente, proseguía la búsqueda de 20 personas desparecidas el miércoles luego de que una embarcación de migrantes naufragara cerca del archipiélago de los Cayos. Cuatro cubanos nadaron hasta la orilla y la guardia costera rescató a otros tres.
Biden aseguró que quiere ir lo antes posible al estado sureño, pero también en el isla de Puerto Rico, recientemente dañada por el huracán Fiona.
«Nunca habíamos visto inundaciones como éstas», aseguró el gobernador de Florida Ron DeSantis.
Y agregó que algunas áreas, como Cape Coral y la ciudad de Fort Myers, se inundaron y quedaron realmente devastadas por esta tormenta histórica».
Ian también amenazó la ciudad de Orlando y los parques temáticos de Disney cercanos, que fueron cerrados.
Degradado a tormenta tropical, tocó tierra el miércoles por la tarde como huracán de categoría 4 (en una escala de 5) en el suroeste de Florida, antes de continuar su paso por el estado, con fuertes vientos y lluvias torrenciales.
En el puerto de Fort Myers, algunas embarcaciones quedaron parcialmente sumergidas, y otra encalló en la orilla.
En tanto, más de 2,6 millones de viviendas o comercios permanecían sin luz, de un total de 11 millones, según el sitio especializado PowerOutage.
Mientras tanto, más de dos millones de personas se encuentran bajo orden de evacuación y de dirigirse hacia el este a un terreno más seguro, informó la agencia de noticias DPA.
Aunque debilitada, la tormenta Ian continuaba hoy su curso destructivo hacia Carolina del Sur.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos, dijo que había generado vientos de entre 70 y 110 kilómetros horarios e inundaciones «amenazantes a la vida» en el centro-este de Florida.
Los meteorólogos esperan que Ian se fortalezca, recuperando fuerza de huracán cuando mañana toque tierra en Carolina del Sur antes de debilitarse rápidamente nuevamente.
De acuerdo a los especialistas a medida que la superficie de los océanos se calienta, aumenta la frecuencia de los huracanes más intensos, con vientos más fuertes y mayor precipitaciones, pero no el número total de huracanes, según expertos.