El Banco Mundial estima que en 2025 Argentina crecerá un 4,6%, casi un punto menos de lo previsto a mitad de año que fue del 5,5%, de acuerdo con el Informe Económico de América Latina y el Caribe publicado en las últimas horas, producto de que la actividad «se enfrió» por razones políticas ante la inminencia de las elecciones de medio término.
Al presentar el informe en conferencia de prensa, William Maloney, economista jefe del Banco Mundial dijo que «hubo una leve reducción en el crecimiento previsto simplemente porque la actividad se enfrió un poco hacia el final del año, con la incertidumbre por las elecciones y otros factores».
«La tasa de crecimiento de Argentina es, obviamente, una de las mejores de la región, y eso refleja la recuperación tanto de la sequía como de las medidas necesarias que se tomaron el año pasado», agregó; al tiempo que admitió que el ajuste a la baja en las previsiones de crecimiento responden a un endurecimiento de las condiciones financieras locales y al riesgo cada vez más alto de entrar en recesión.
También enumeró el deterioro de las condiciones internacionales por el descenso del precio de los commodities y la persistente incertidumbre comercial y financiera originada en la guerra comercial impulsada por el presidente Donald Trump que generó incertidumbre en la mayoría de los países.
«Argentina está experimentando una notable recuperación económica en 2025 y destaca en la región tras dos años consecutivos de contracción», en un repunte que «obedece principalmente a la recuperación de las exportaciones agrícolas tras la grave sequía de 2023», dice el informe, al tiempo que agrega que «la implementación inicial del plan de estabilización gubernamental, que ha coincidido con una menor inflación y un superávit fiscal. Esta evolución ha contribuido a mejorar los indicadores macroeconómicos aunque persisten profundos desafíos».
El informe del Banco Mundial proyecta para la región un crecimiento del 2,3% en 2025.