Un Domingo de Pascua muy triste está viviendo la Vecinal del barrio 2 de Abril, luego que delincuentes que actuaron durante la noche y madrugada del sábado al domingo arrasaron todo lo que había en el interior del inmueble.
Mercedes Jara y Natalia Ojeda, presidenta y vice de la Comisión Vecinal, recibieron a RAFAELA NOTICIAS y contaron con gran dolor la magnitud del daño causado por el robo y vandalismo cometido en perjuicio de la sede vecinal.
«Nos han robado de todo, lo que es del comedor de los chicos, de la vianda que se entrega lunes, miércoles y viernes. Se llevaron garrafas, ollas, mercaderías que teníamos para la fiesta del barrio, que iba a ser el domingo 27. Se llevaron tablones, cubiertos, bancos, sillas, ventiladores industriales, garrafas, pinturas que teníamos para pintar la sede de la vecinal. Se llevaron todo», dijo Mercedes.
Natalia remarcó que «no nos dejaron nada. Nos han roto todo, las puertas, todo. La verdad que tenemos una tristeza enorme, vamos a pasar una fiesta de Pascua muy triste. Vamos a suspender la fiesta del barrio, que era para el domingo 27 y no la vamos a poder hacer. No nos quedó nada».
Ahora se buscará revisar el contenido de las cámaras de videovigilancia, pero hasta el momento no se conocen avances en la investigación de este cuantioso robo. Además, por la magnitud que tuvo el robo, se estima que actuaron varios delincuentes, y que tienen que haber utilizado algún vehículo, dada la cantidad de cosas que se llevaron y el tamaño de las mismas.
«Se llevaron todo, hasta lo del comedor de los chicos. Se llevaron las cosas del depósito que tenemos para la vianda, hasta las balanzas. A los chicos de Inclusión Educativa les sustrajeron los ventiladores. Están todas las puertas rotas», indicaron.
Las dirigentes vecinales expresaron también que por ahora «la única decisión que tomamos como integrantes de la Vecinal es suspender la fiesta del barrio, porque no tenemos fondos para hacerla, porque todo lo que teníamos nos han robado».
En cuanto a colaboraciones, lo más importante será contar con platos y cubiertos para darle de comer a los chicos. Y también mercadería, dado que los delincuentes se llevaron hasta la comida. «Nos robaron los pollos, todo, no quedó nada de nada. Y tenemos miedo porque no sabemos si van a volver a entrar».
