El salario mínimo, vital y móvil en Argentina sufrió una notable caída en su poder adquisitivo, reflejando una pérdida acumulada del 54% desde 2015, según un informe de CIFRA. En octubre de 2024, el salario mínimo alcanzó $271.571, un valor 28,4% inferior al mismo mes de 2023. Ajustado por inflación, su capacidad de compra es menor que en la crisis de 2001, cubriendo solo el 54,3% de la canasta de indigencia y el 26% de la canasta de pobreza.
Históricamente, la política salarial quedó rezagada frente a los incrementos de precios, agravada por devaluaciones recientes. Si el salario mínimo hubiese mantenido su poder adquisitivo desde 2015, debería superar los $590.000. El impacto de esta pérdida se observa en la creciente dificultad para afrontar necesidades básicas, consolidando una brecha sin precedentes con las líneas de pobreza e indigencia.
Esta situación plantea desafíos urgentes en un contexto de creciente desigualdad y presión inflacionaria.
CIFRA – Informe sobre la evolución del Salario Mínimo, Vital y Móvil