Este miércoles estará nuevamente en Rafaela Ricardo Juncos, socio y director deportivo del equipo Juncos Hollinger Racing, que compite en la IndyCar norteamericana. Juncos, además, es representante oficial de la categoría en Argentina y Sudamérica, y como tal es uno de los actores principales en las gestiones que se están llevando adelante para evaluar la posibilidad de que la categoría se presente en Rafaela, tal como lo hiciera -con otro nombre y en otro momento global- en 1971, en las recordadas 300 Indy.
¿Qué hay que saber de la visita de Juncos? Primero, que viene para ofrecer una disertación junto a una leyenda del automovilismo argentino, el diseñador y preparador Heriberto Pronello, de cuya mesa de proyectos salieron algunos de los autos de competición más recordados de la historia argentina. Ambos compartirán el escenario del Cine Teatro Belgrano, el próximo jueves a las 19, para una conferencia sobre el tema «Trabajo en equipos de alto rendimiento: diseño de estrategias y toma de decisiones».
La devolución de Tony
Hasta allí lo formal. Lógicamente en el «mundo Atlético» hay otra expectativa, ya que se espera que Juncos traiga consigo una devolución formal, a manera de informe documentado, de la inspección que realizó en septiembre al autódromo de Rafaela el jefe de seguridad y diseñador de autódromos de la IndyCar, Tony Cotman, quien también es inspector de la Federación Internacional del Automóvil (FIA).
El especialista norteamericano se comprometió a enviar ese informe detallado con las exigencias que plantearía la categoría en lo relacionado con las medidas de seguridad, infraestructuras y presentación general que debería tener el óvalo rafaelino para albergar una carrera de IndyCar. Esto abarca una multiplicidad enorme de aspectos, que van desde las condiciones de los paredones y alambrados externos hasta las protecciones que deberían ejecutarse en el lado interno; las nuevas calles de circulación para vehículos de emergencia; vías de escape; amplitud de boxes; áreas técnicas y de servicios; así como las facilidades de conectividad, alimentación eléctrica, comodidades para el público, y otros múltiples aspectos que hacen a un evento de carácter internacional, con televisación para el mundo entero.
Más allá del informe escrito -que incluso no se descarta que ya esté en manos de los directivos de Atlético, dado que éstos vienen manejando el tema con absoluta reserva para no generar falsas expectativas-, todo apunta a que en nuevos encuentros «mano a mano» con Juncos, pieza clave en las gestiones que a todo nivel se vienen llevando adelante, en silencio pero sin pausa, puedan conocerse desde un ángulo más personal las perspectivas reales de que el evento pueda concretarse. Y especialmente saber qué piensa el CEO de IndyCar, el hombre sin cuya aprobación nada se hace: Roger «Capitán» Penske. Penske ama los óvalos y quedó impresionado por el video que le mostraron hace un tiempo sobre las 300 Indy. Sin su venia, Cotman nunca hubiera viajado a Rafaela.
Las señales positivas
Como quedó dicho, el «silenzio stampa» en Atlético es total y absoluto. Por eso se aclara: esta nota está construida en base a fuentes extraoficiales, atando cabos e interpretando señales, con algunos datos que sí son de fuentes oficiales, pero con absoluta reserva.
Van los datos. La nueva visita de Juncos, independientemente de su motivación, ratifica que el interés continúa vivo. Lo que el propio Cotman dijo en Rafaela entusiasmó a muchos. Lo que dijo en la conferencia de prensa –«aquí podría hacerse la carrera más rápida del mundo», por el desarrollo de la velocidad que puede alcanzar un IndyCar con la configuración de óvalos de estas dimensiones- y lo que dijo en privado.
En la visita de septiembre Cotman no sólo recorrió el autódromo. También compartió una cena privada que se realizó en la casa de fin de semana que un destacado empresario rafaelino tiene en el loteo del Jockey Club. Fue una cena exclusiva, pero con invitados -250 dólares el cubierto, dicen los bien informados-, donde entre bocados de un asado a la criolla regado con muy buenos vinos, visitantes y anfitriones se retroalimentaron en el entusiasmo.
Diálogos políticos
Al día siguiente de esa cena, la delegación viajó a Santa Fe. Para quienes conocen de qué se trata la política argentina, el gesto que los visitantes observaron no fue menor: en la Casa Gris estaban el actual gobernador, Maximiliano Pullaro; y su antecesor en el cargo, Omar Perotti. Pullaro y Perotti suelen compartir reuniones privadas, lo que habla bien de ambos en la continuidad de la gestión del Estado. Esta vez se mostraron juntos, porque el tema les interesa a ambos. La visibilidad que obtendría Santa Fe en un evento internacional de magnitud es música para los oídos de la clase política.
Lo más importante es que a la provincia no se le pediría un aporte extraordinario. A diferencia del caso Santiago del Estero (donde una eventual carrera en Termas de Río Hondo hubiera sido costeada casi íntegramente por el Estado provincial, que fue el que construyó el circuito), en Rafaela el peso financiero sería soportado en buena parte por actores privados. Naturalmente no será gratis para la provincia, pero el retorno en visibilidad, atracción turística y movimiento económico, sobre todo si se puede garantizar una continuidad de espectáculos internacionales a lo largo de los años, es más que prometedor.
Telefono, Walt…
Se habla de un interés decisivo -con compromiso económico incluido- de parte de una plataforma internacional de entretenimientos interesada en el proyecto de expandir IndyCar hacia Latinoamérica. Disney es el gigante que transmite las carreras de IndyCar para el mundo. La participación de Agustín Canapino en IndyCar y el actual estrellato de Franco Colapinto en la F.1 pusieron en alto valor la pasión por el automovilismo que existe en esta parte del mundo. Y lo que es espectáculo, a Disney le interesa. Más: hay un rafaelino, emigrado desde hace varios años pero con familia en la ciudad -y familia muy ligada a los medios de comunicación- en un puesto importante dentro de la estructura de la compañía en Latinoamérica.
¿Coincidencias?
En la segunda mitad de la década del ’60, una época dorada del automovilismo argentino, se comenzaron a impulsar espectáculos internacionales en Argentina. El autódromo de Buenos Aires fue modernizado y comenzó a recibir categorías de renombre mundial. Entre 1970 y 1972 se corrieron los Mil Kms. de Buenos Aires, una competencia por el Campeonato Mundial de Resistencia. En 1971 volvió a disputarse el Gran Premio de la República Argentina, donde Carlos Reutemann debutó en lo que fue una carrera sin puntos. Ese mismo año, los autos que corrían las 500 Millas de Indianápolis, la actual IndyCar, se presentaron por primera vez fuera de EEUU. Y fue en Rafaela. ¿Es casualidad que cuando se habla del retorno de la F.1 a Argentina, a partir del fenómeno Colapinto, se especule también con una nueva presentación de IndyCar en el óvalo de Atlético? Es otro país, otro contexto, «otro todo», pero ya se sabe: «elijo creer».
El dato final
Para cerrar. En 2026 se cumplirán 100 años de las primeras 500 Millas Argentinas, disputadas en el viejo circuito de tierra del Oeste de Rafaela. Nacidas a imagen y semejanza de las 500 Indy, las míticas 500 Millas Argentinas en Rafaela marcaron un hito de oro en la historia del automovilismo argentino.
El sueño de Atlético y de las autoridades locales es que 2026 marque la presencia de IndyCar en Rafaela. En septiembre de 2026 se disputarán en la provincia los Juegos Odesur. Rafaela será subsede. Entre las obras a ejecutar por la provincia -con inicio en la primera mitad de 2025 y financiadas en buena parte por la Corporación Andina de Fomento- está la ejecución de una villa deportiva de 104 viviendas que se levantarán en el predio que la familia Lagrutta cedió a la provincia en el sector de la Terminal de Omnibus. Allí se albergarán las delegaciones visitantes en ese mes. Finalizados los juegos, las viviendas pasarán a ser propiedad de la sociedad de los Lagrutta.
Una fuente local confirmó a RAFAELA NOTICIAS que ya le preguntaron a los Lagrutta si se puede incluir una cláusula extra: la Villa Sudamericana -tal el nombre que recibirá- deberá estar disponible para la provincia también durante octubre y noviembre. Sería la fecha para que IndyCar corra en Rafaela y ese lugar le daría alojamiento al personal técnico y de los equipos de la categoría. Los Lagrutta dieron el okey.