En una reciente entrevista, Carlos Tartaglia, excombatiente de la Guerra de Malvinas, quien estuvo en portaaviones 25 de Mayo y actual presidente del Centro y Museo de Ex Combatientes en Malvinas, compartió sus primeras impresiones sobre el desarrollo del videojuego «Malvinas: La Última Carta», producido por el estudio tandilense El Burro.
«Me sorprendió mucho porque no sabía que se estaba haciendo este videojuego», confesó Tartaglia. «Cuando me lo comentaron, me quedé pensando. No sé dónde se está desarrollando, si en Buenos Aires o en otro lugar. De primera impresión, me parece una falta de respeto, especialmente hacia los compañeros que quedaron allá.»
Tartaglia expresó su preocupación por el respeto hacia los 649 soldados argentinos que perdieron la vida durante el conflicto. «Por respeto a ellos, no creo que sea adecuado hacer un videojuego de una guerra. También pienso en los familiares de los caídos, que podrían sentirse ofendidos al ver que una experiencia tan dolorosa se convierte en entretenimiento.»
Sobre la posibilidad de que el videojuego tenga una finalidad educativa, Tartaglia mostró cierta apertura, aunque con reservas. «Si realmente tiene un fin educativo, tendría que verlo para dar una opinión más formada. Podría ser útil si cuenta la historia de Malvinas: cómo empezó, qué pasó y lo que Argentina está perdiendo en la plataforma marítima. Sin embargo, no veo bien que un videojuego recree la guerra, donde se mate a un enemigo y el que dispara sea un argentino. La guerra es un horror y un error, y no creo que debiera ser usada para entretenimiento.»
Tartaglia también mencionó que no ha tenido la oportunidad de hablar con otros excombatientes sobre el tema. Sin embargo, cree que muchos de sus compañeros comparten su opinión, pensando en los héroes y sus familias.
Para finalizar, Tartaglia manifestó su deseo de hablar con los desarrolladores del videojuego para entender mejor sus intenciones. «Me gustaría charlar con ellos para tener una idea más clara de qué se trata y después poder dar una opinión más formada. A primera vista, me parece una falta de respeto a los 649 caídos y a sus familias. Si realmente buscan educar, preferiría que Malvinas sea parte de la educación formal, como lo son las historias de San Martín y Belgrano, y que se enseñe en las escuelas.»
Fuente. RAFAELA NOTICIAS
