La crisis causada por la avalancha sin precedentes de fake news en la campaña electoral de Brasil por parte de la ultraderecha estalló este jueves a 10 días del balotaje entre el presidente Jair Bolsonaro y el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva, con la decisión del Tribunal Superior Electoral (TSE) de ejercer un poder de policía de acción rápida para anular en menos de dos horas noticias falsas sobre los candidatos y acusar de desinformación a uno de los hijos del jefe del Estado.
El bolsonarismo denunció «censura» por una serie de medidas que involucraron pedidos de respuesta para el Partido de los Trabajadores (PT) de Lula en medios de la ultraderecha, como el canal Jovem Pan, luego de que el TSE determinara la inclusión del derecho a réplica del expresidente dentro de la publicidad obligatoria televisiva de Bolsonaro.
La ola de noticias falsas llevó a Lula a admitir este jueves en Rio de Janeiro que «nadie pensaba» que la red de fake news era tan grande, pese a que el bolsonarismo ganó fama internacional con una industria digital de divulgación de mentiras mediante el whatsapp.
El pleno del TSE aprobó acelerar la remoción de publicaciones con fake news de las redes sociales y determinó que el plazo sea de dos horas so pena de multa de hasta 20.000 dólares por hora.
Las redes sociales tenían 24 horas para retirar los contenidos después de la decisión judicial pero en ese lapso los links viajaban más rápido que las decisiones dentro de un escritorio.
La decisión afecta también a las propagandas que aparecen antes de los videos de Youtube, plataforma que depende de la empreas estadounidense dueña de Google.
La Unviersidad Federal de Rio de Janeiro denunció mediante su laboratorio de redes sociales que la empresa estadounidense Meta, dueña de Whatsapp, Facebook e Instagram, mantiene en sus plataformas desinformación pese a que está chequeada por verificadores.
El juez Alexandre de Moraes, titular del TSE, explicó que la opción por acelerar el poder de policía tiene que ver con impedir que se reproduzcan los links afectados.
Un hijo de Bolsonaro estaría implicado en las noticias falsas
En paralelo, la corte electoral confirmó este jueves la apertura de una investigación contra Carlos Bolsonaro, hijo del presidente y concejal por Rio de Janeiro, por presunta difusión de desinformación en redes sociales.
Carlos Bolsonaro es llamado por la oposición como el mentor de un supuesto «gabinete del odio» montado por el Gobierno para destruir reputaciones.
El TSE hizo lugar de esa manera al pedido del juez Benedito Gonçalves, quien el martes pidió investigar a Carlos Bolsonaro por el presunto uso de sus redes sociales para difundir fake news con fines políticos.
Gonçalves solicitó poner en la mira a una treintena de perfiles de redes sociales sospechosos de difundir desinformación sobre el proceso electoral.
Carlos Bolsonaro reaccionó casi de inmediato a la decisión del TSE, con un mensaje en sus redes en el que advierte que «la censura en Brasil camina con pasos, con organismos rasgando las leyes que rigen el orden del país».
«Hubo un crecimiento de 1.671% en el volumen de denuncias y desinformación enviada a las plataformas digitales, en comparación con la última elección municipal, en 2020», alertó De Moraes, según la estatal agencia Brasil.
Emisoras de radio y el canal de cable Jovem Pan denunciaron censura porque supuestamente fue obligado a dejar de llamar «ladrón» o «expresidiario» para referirse al candidato Lula. Lo mismo para otras publicaciones de la ultraderecha como la revista Oeste.
En tanto, el presidente Bolsonaro realizó en San Pablo reuniones con más de 200 intendentes de San Pablo convocados por el gobernador paulista, Rodrigo García, confiado en que «se revertirá el resultado en el balotaje».
«Debemos comparar el Gobierno de Lula y el mio. No existe comparación posible. Por un lado la estela de la corrupción del pasado y el pueblo sufriendo y por el otro este Gobierno sin corrupción que es ejemplo para el mundo en economía que respeta a la familia brasileña», sostuvo Bolsonaro en su discurso en el estadio de Canindé, del club Portuguesa.
Más temprano en Sao Gonçalo, suburbios de Rio de Janeiro, donde realizó una caminata con una multitud, el expresidente Lula admitió que nadie está preparado» para enfrentar las «monstruosidades» de la campaña de «fake news» de Bolsonaro, al reconocer que el avance del jefe de Estado en las encuestas para el balotaje del 30 de octubre es un llamado de «alerta» para la oposición.