Fotos: Ariel Heideggen – Prensa AR
En un partido donde Deportivo Riestra llegaba a Rafaela con la necesidad de ganar para ingresar al Reducido en el que se disputará el segundo ascenso a la Liga Profesional, Atlético cayó derrotado como local por dos a cero y cerró su temporada en la Primera Nacional con un mal resultado que reflejó lo que fue su año.
De todas maneras, el trámite del partido tuvo un protagonista impensado, que fue el árbitro Adrián Franklin. Como si tuviera un libreto escrito previamente, Franklin permitió que los visitantes desarrollara un juego de «vale todo», mientras que cuando algún jugador de Atlético ingresaba en la fricción no ocurría lo mismo.
Así, hubo situaciones casi cómicas, de agarrones en las áreas, con algunos clarísimos penales para Atlético que no fueron sancionados.
En ese juego de roces y fricciones, Riestra fue más efectivo y sobre el final convirtió los dos goles que le permitieron festejar en Rafaela, con provocaciones incluidas -como un festejo desmedido del técnico Fabbiani hacia el sector de plateas locales- y goles convertidos por Gonzalo Bravo a los 37′ y Román González, a los 50′, ambos en el complemento.
Cabe agregar que en una de las jugadas más discutidas, donde hubo claramente dos jugadores de Atlético tomados de la camiseta de una manera alevosa y muy evidente -ignoradas por el árbitro-, el jugador Gonzalo Lencina recibió un golpe que le provocó una fractura en huesos del rostro y debió quedar internado en observación en el Sanatorio Nosti, a la espera de analizar los estudios que le realizan.