«Le dejé una carta al presidente Biden sobre Assange (…) explicándole que no cometió ningún delito grave, Assange, él no le causó la muerte a nadie, no violó ningún derecho humano, y ejerció su libertad y que detenerlo, pues, iba a significar una afrenta permanente a la libertad de expresión», dijo el jefe de Estado mexicano en su habitual conferencia de prensa matutina.
En la esquela, además, el mexicano le ratificó al mandatario estadounidense que México sigue dispuesto a proporcionarle a Assange la protección y el asilo necesarios.
El caso de Assange
El pasado 17 de junio, la ministra del Interior del Reino Unido, Priti Patel, aprobó la extradición de Assange a Estados Unidos, donde afronta 175 años de cárcel por publicar información reservada.
Estados Unidos reclama la extradición de Assange para juzgarlo por 17 presuntos delitos en violación de la ley de Espionaje de 1917, y uno de intromisión informática.
Las imputaciones se relacionan con el acceso y la publicación de partes militares de Irak y Afganistán, sobre la base de Guantánamo e informes diplomáticos, que desvelan supuestos crímenes de guerra y otros abusos de oficiales y autoridades estadounidenses.
Assange permaneció en la embajada de Ecuador en Londres, por temor a ser extraditado, desde junio de 2012 hasta el 11 de abril de 2019, cuando fue detenido a petición de Estados Unidos, y desde ese momento se encuentra recluido en la prisión de Belmarsh, al sur de la capital británica.
El último 1 de julio, el fundador de WikiLeaks apeló la orden de su extradición a Estados Unidos.